NEOFANTÁSTICO

Roxana Guadalupe Herrera Alvarez

En el ensayo “¿Qué es lo neofantástico?” del crítico argentino Jaime Alazraki (1934-2014), delineado por primera vez en la década de setenta del siglo XX, se puede encontrar un modelo teórico que tiene como objetivo establecer un nuevo género relacionado íntimamente con el fantástico tradicional. Ese modelo teórico toma como base el estudio de la obra ensayística y literaria de dos escritores argentinos ya consagrados: Julio Cortázar (1914-1984) y Jorge Luis Borges (1899-1984). Alazraki parte del estudio y análisis de ensayos y cuentos de los escritores mencionados para proponer la caracterización del neofantástico, el cual se aleja de los temas o de la estructura narrativa típicas del fantástico tradicional y serviría para comprender mejor las obras producidas a partir del periodo que se inicia en la Primera Guerra Mundial, el cual incluye los movimientos de vanguardia, Freud y el psicoanálisis, el surrealismo y el existencialismo entre otros factores. Para representar lo real, el neofantástico propone superar las barreras creadas e impuestas por la razón, cuyos dictámenes están estrechamente ligados a las convenciones sociales y culturales, por medio de una subversión discreta de lo real, lo cual supone prescindir de la abrupta ruptura de lo real muchas veces encontrada en obras ficcionales del fantástico tradicional. Otra característica que distingue el noefantástico del fantástico tradicional es la tan discutida capacidad de causar miedo en el lector. Según Alazraki, diversos teóricos dedicados al estudio del fantástico como Emilio Carilla, P. G. Castex, Louis Vax, Roger Caillois, H. P. Lovecraft, Peter Penzoldt entre otros, señalaban como característica importante del fantástico tradicional la sensación de miedo que las narrativas generaban en el lector. El miedo era producto de la ruptura abrupta de las leyes que rigen el mundo real. Ya el neofantástico sustituye el miedo por la perplejidad e inquietud frente a lo insólito. Además, Alazraki señala tres características que distinguen los relatos neofantásticos de las narrativas pertenecientes al fantástico tradicional por medio del tratamiento que se da a la visión, intención y modus operandi. El neofantástico ve lo real como una máscara bajo la que se oculta una segunda realidad, la cual sería el escenario en que se desarrollan las narrativas y también sería la zona de lucidez desde la cual el escritor crea su arte. El surgimiento de un hecho insólito se entremezcla con las fuerzas que sostienen la narrativa de tal modo que es imposible aislar lo insólito de la situación cotidiana en que ocurre. Así la intención del relato neofantástico es provocar inquietud y perplejidad en el lector por medio de las insólitas situaciones narradas, las cuales constituyen metáforas que buscan expresar lo que se oculta bajo el sistema científico que describe el mundo y al cual nos aferramos para explicarnos todo. El modus operandi funciona en el relato neofantástico  desde el principio, pues lo insólito surge en las primeras líneas del texto incorporado a lo cotidiano. En ese aspecto se distingue de las narrativas fantásticas tradicionales en las que se construye un simulacro de realidad que se verá fuertemente sacudido por la aparición de algo sobrenatural. Lo neofantástico va haciendo que lo insólito sea aceptable por medio de una construcción textual que naturaliza lo insólito en la trama. A pesar de que Alazraki asegura que el término neofantástico ha sido aceptado por la crítica y se ha utilizado en numerosos artículos, lo que se nota es la preponderancia del uso del término fantástico tanto para referirse a las narrativas del fantástico tradicional como para las narrativas consideradas neofantásticas por Alazraki.

BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTAR

ALAZRAKI, Jaime. ¿Qué es lo neofantástico?. Mester, Xix, n. 2, p. 21-33, 1990.
ALAZRAKI, Jaime. ¿Qué es lo neofantástico?. In: ROAS, David (Ed). Teorías de lo fantástico. Madrid: Arco Libros, p. 265-282, 2001.